Campos de entrenamiento para que los niños "recuperen su masculinidad"
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Redacción Digital

Demasiado "blandos", creen sus padres. A ellos les preocupa a tal punto de llevar a sus hijos a campos de entrenamiento para que recuperen su "masculinidad". Eso ocurre en China, y ya pasaron por esos cursos unos 20 mil niños.

Así lo informa este lunes el diario de Hong Kong, South China Morning Post, bajo el título "En el interior de los campos de entrenamiento de China, donde los niños aprenden cómo ser hombres".

En uno de esos campos, al pie de la montaña Fenghuang, en el oeste de Beijing, los chicos llevan camisetas que dicen: "Tipo duro" y cantan: "¿Quién es el mejor? Yo soy el mejor" o "¿Quiénes somos? Somos los hombres".

A ese campo llegaron a aprender cómo concentrarse, cooperar y competir a través de clases, juegos y fútbol americano.

Según cuenta el diario, los cursos en el campo se desarrollan los fines de semana. Son 18 días en total. Y están destinados para niños de entre 7 y 11 años. Se apunta a rescatarlos del ambiente femenino que los rodea día a día y a impedir que se conviertan en varones "demasiado sensibles, vulnerables, irresponsables, insignificantes o quejosos".

Al principio de la jornada se recitan declaraciones de hombría, que incluyen frases sobre velar por el país, el honor y los sueños.

Hacen votos para ser "ambiciosos y competentes como un águila, inteligentes y bondadosos como un delfín y persistentes y con los pies en la tierra como un caballo".

Los chicos se llaman entre sí "camaradas" o tongzhi, que literalmente significa compartir la misma ambición.

Así es el Club de Niños, fundado por Tang Haiyan, un exprofesor de educación física en Beijing antes de comenzar con este proyecto en 2012. Desde entonces, 20 mil niños pasaron por sus cursos, incluidos chicos que han viajado desde lejos de la capital china para poder concurrir.

"Hay una crisis en la educación de los varones y me lancé a realizar acciones prácticas para salvarlos y ayudarlos a encontrar su masculinidad perdida", dice Tang en tiempos donde en Occidente se comienza a practicar una educación libre de género.

Haiyan llegó a esta idea mucho antes de que los medios estatales chinos hablaran sobre el aspecto físico andrógino de las celebridades masculinas y el impacto en la sociedad.

Los padres comenzaron a pensar que sus hijos no son los suficientemente "hombres" y desde entonces gastan fortunas en "revertir la tendencia".

Por unos 1.400 dólares, las familias inscriben a sus hijos en 18 sesiones durante los fines de semana. Hay otros cursos más cortos que incluyen por ejemplo correr "en cuero" en invierno, trepar montañas bajo temperaturas de menos 30 grados, o hacer trekking o senderismo durante una semana en el desierto.

Fuente: clarin.com / South China Morning Post