Las confesiones del técnico de Maradona en el Napoli sobre su época en Italia: “Diego estaba rodeado de gente mala, nadie quería ayudarlo”
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Redacción Digital

Ottavio Bianchi es dueño de una vasta trayectoria como jugador y entrenador italiano pero su momento más consagratorio y popular fue cuando dirigió al conjunto de Nápoles en los tiempos en el que brilló Diego Maradona, etapa en la que juntos consiguieron el primer Scudetto de la historia del club, en la temporada 1986/87, además de una Copa de Italia y una Copa de la UEFA.

Por esto, Bianchi es palabra autorizada para contar secretos de Maradona en el vestuario, ya que compartieron plantel durante cuatro años (1985/89), hasta que supuestamente Diego pidió su dimisión y tuvo que dejar su cargo: “Me dolió, pero a pesar de haber pedido mi renuncia tengo un gran afecto por él”, sostuvo el hombre de 77 años desde su casa en Bérgamo, Italia, en diálogo con Infobae.

El ex director técnico del Azzurro reveló cuál era el peor castigo que se le podía dar a Maradona, lo que le dolió al no poder ayudarlo con sus problemas de drogas, el desafío que le ganó en el vestuario del San Siro y además, a qué equipo argentino le hubiera gustado entrenar.

A 25 días de su fallecimiento, ¿cómo recuerda a Diego Armando Maradona?

Un muchacho humilde y excelente que fuera del campo era aclamado y presionado y, por eso, nadie podía ser como él. En la intimidad, era un joven muy bueno. Lo recuerdo así. De Maradona todo el mundo habla. A Diego quiero recordarlo como futbolista. Como dijo Fernando Signorini (su ex preparador físico) y sus compañeros del seleccionado argentino: “Había un Diego (humano) y un Maradona (personaje), que eran completamente distintos”. Me quedo con Diego, el hombre que conocí. Un chico maravilloso pero con presiones mundiales y eso le hizo la vida difícil. Yo quiero recordarlo como una persona feliz en los entrenamientos, sacando tiros libres. Tuve la suerte de que fue mi jugador en el mejor período de su carrera deportiva, lo que coincidió con su brillante actuación en el Mundial de México 86. Cuando yo iba para la Argentina y me enteraba de sus dificultades, enseguida apagaba la tele porque me dolía mucho verlo así. Porque recuerdo que Diego era la felicidad en persona con un balón y me quiero quedar con esa imagen.

¿La felicidad de Maradona comenzó en Napoli y terminó también con su partida del club producto de sus adicciones?

Pienso que sí. La felicidad de Maradona empezó en Nápoles porque cuando llegó en 1984 revolucionó la ciudad. Obviamente que el Mundial de 1986 le da su alegría, pero Napoli lo hace grande. La presión global que tuvo que aguantar Maradona es imposible de manejar para cualquier persona. También para él. He vivido el mejor Diego en la cancha. No pude hablar antes de su muerte. Después de nuestra etapa, dejamos de hablarnos. Una vez llamé a su mujer cuando estuvo internado en el hospital para preguntarle de sus condiciones de salud, porque quería saber únicamente si estaba bien. No suelo hablar con mis ex futbolistas. Me entero si están bien por terceras partes, pero me dolió mucho enterarme de que no lo estaba, me preocupé mucho.

¿Le dolió no haber sido tan severo con él cuando lo dirigió en Napoli y no poder ayudarlo con las drogas?

Yo no fui tierno con él. Hice todo lo que pude para ayudarlo pero no lo conseguí. Diego estaba rodeado de gente mala; nadie quería ayudarlo realmente. Ninguno fue capaz de decirle: “No Diego, eso no”. Yo pude hacer solo una pequeña parte. Era imposible convencerlo para que cambiara su estilo de vida. En sus primeras cuatro temporadas en el Napoli no tuvo problemas, pero después cambió mucho. Era difícil decirle a Diego qué hacer fuera del campo, no podía permitirme darle instrucciones.

Fuente: Infobae