El Café de la Granja: un espacio para disfrutar y ayudar en familia

Actualizada: 04 junio, 2021 13:10	Autor: Redacción Digital

A pesar del difícil año que está viviendo todo el mundo, la ilusión y el amor siguen latiendo en las instalaciones de la Fundación Cecilia Rivadeneira, como una especie de escudo mágico protector frente al azote de la pandemia. Bajo todas las medidas de bioseguridad necesarias, se sigue trabajando para acoger a los niños y niñas diagnosticadas con cáncer y sus familias en torno a los programas teniendo en cuenta las directrices dadas por las autoridades que vigilan el control de la emergencia sanitaria.

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La necesidad de generar recursos y ser productivos es una prioridad en las familias que sienten el impacto del cáncer y, ahora, del Covid-19. En esa línea, Fundación Cecilia Rivadeneira tiene en marcha el proyecto Café de la Granja. El próximo 12 de junio se inaugurará este espacio armado junto a las madres de los niños y niñas con cáncer, quienes han recibido capacitación especializada para la elaboración y servicio de comida.

La Fundación explica que es su objetivo es impulsar la vena emprendedora de estas madres de familia que tienen que luchar a diario con sus hijos e hijas diagnosticadas con la enfermedad y además enfrentar las complicaciones económicas por la pandemia.

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Un modelo colaborativo, de economía circular que genera triple impacto (social, ambiental y económico). Un emprendimiento con el propósito de transformar positivamente la vida de las familias afectadas por el cáncer en equilibrio con el cuidado del medioambiente.

El Café de la Granja es una idea de ellas y para ellas, todos los recursos que se recepten de la comercialización de los desayunos -y otras deliciosas golosinas- se destinarán para la subsistencia de las propias familias y proyectos de desarrollo sostenible para la fundación.

Se invita a la inauguración de este cálido lugar y a visitarlo los fines de semana, con sus familias y amigos, para disfrutar –por qué no- de unos exquisitos huevos rancheros, un fresco jugo de naranja o simplemente un cafecito con pan, todo bajo un ambiente campestre, con una espectacular vista al Ilaló y los valles, bajo todas las medidas de bioseguridad.