Terremoto y tsunami en Indonesia: "No voy a olvidar nunca ese olor a muerte"

El regatista español, Jordi Xammar, olímpico en en Río 2016 y consiguió para España la clasificación de su clase para Tokio 2020 en el Mundial, estaba en Bali con su novia.

"En Bali no se notó el terremoto pero viendo lo que estaba pasando decidí cambiar el plan. Mi conciencia no me permitía seguir de vacaciones como si nada", reconoce.

Sólo en Palu unas 2.050 casas quedaron engullidas por el barro y, según las últimas informaciones facilitadas este lunes por las autoridades, en los barrios de Petobo y Balaroa la cifra de desaparecidos asciende a 5.000.

Al aterrizar en Palu la tragedia cobró otra dimensión. "Cuando llegué al aeropuerto me cagué vivo. Nada más bajarme del avión vi a montones de personas como locas para subirse a un Hércules, gente intentándose colar para poder salir de la isla a toda costa, había camillas por todas partes, heridos, dijo Xammar.

"Ocho días más tarde de la tragedia seguían saliendo cadáveres en la playa"

En el campamento de refugiados la comida diaria es arroz -no tienen otra cosa- y las botellas de agua que llevó Jordi desde Bali fueron muy bien recibidas. igual que la nevera que les llegó hace un par de días. "Es que esta zona está a unos 200 kilómetros del ecuador y el agua está a 30 grados", explica.

En cuanto supieron que era deportista, entre sus labores está también jugar con los niños al fútbol o a otros deportes. En definitiva, hacerles olvidar la tragedia un rato y arrancarles una sonrisa. "El otro día organizamos un partido, les puse el himno de la Champions y flipaban. Me dicen que están muy agradecidos con España por traerme aquí.

Fuente: marca.com