Alexander Alvarado confiesa lo que debió afrontar para cumplir su sueño de ser campeón sudamericano
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Redacción Digital

“Saber que están pendientes de nosotros, nos alegra mucho como futbolistas y mucho más allá de eso, como personas”, empezó por manifestar el crack quevedeño de 19 años.

Relatando sus inicios, expresó: “en Quevedo hay una cancha frente a mi casa, ahí comencé a jugar desde pequeño. A los 9 años mi papá me mandó a la escuela de fútbol El Nacional de Quevedo, después estuve en el Deportivo Quevedo hasta el 2014”.

“De ahí en el 2014 me fui a IDV, estuve 8 meses”, amplió, antes de confesar que siendo sumamente apegado a sus padres y a su familia, se le hizo muy complicado ese tiempo en Independiente. “Lloraba todos los días, mi mamá me llamaba llorando”, acotó.

“Luego me fui a estudiar nuevamente en Quevedo, quedé Campeón Intercolegial y de ahí me fui al Deportivo Quito en 2015, el 2017 estuve en Gualaceo y el 2018 en Aucas”, culminó Alvarado, quien tiene un contrato por 3 años más con Sociedad Deportiva Aucas.

Fuente: FútbolEcuador